Noticias
Una invitación a leer desde el corazón
La Fundación Marcelino Champagnat (FMCh) en Granada nos remite una carta en la que nos describe su labor socioeducativa, residencial y de sensibilización y voluntariado en el barrio de La Chana y zona Norte de la ciudad Querido lector: Me dirijo a ti para invitarte a conocer más a fondo la labor de la Fundación Marcelino Champagnat (FMCh) en Granada. Esta no es una invitación a algo que pasa desapercibido, sino una experiencia de acercamiento al motor que impulsa el trabajo de la FMCh en el barrio de La Chana y zona Norte de Granada a través de tres áreas de intervención: socioeducativa, residencial y sensibilización y voluntariado. Nuestros proyectos del área socioeducativa llevan asentando bases de mejora en la vida de muchas familias más de 12 años. Concretamente, trabajamos en la actualidad con de 89 menores y 62 familias, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida a nivel integral, es decir, tratamos de mejorar el bienestar de cada uno de nuestros menores y sus familias en todas las áreas del desarrollo que les permitan tener plena inclusión en una sociedad donde, por motivos contextuales y culturales, tienen mayor riesgo de exclusión social. En el barrio de la Chana, muchas familias migrantes y con escasos recursos acuden a nuestras instalaciones con la esperanza de encontrar apoyo y oportunidades, y nuestras puertas siempre están abiertas para recibirlos. Cada tarde, durante el curso escolar, recibimos a menores de entre 6 y 17 años, ofreciéndoles refuerzo escolar, además de apoyo emocional para crecer con mayor confianza en sí mismos. También, durante el mes de julio, organizamos una escuela de verano con actividades lúdicas, acuáticas y de educación en valores, proporcionando a los niños un espacio de disfrute y aprendizaje en épocas calurosas. Además de esta labor bonita y motivadora para nosotros como entidad, también acompañamos a sus familias, ayudándolas a construir redes de apoyo que refuercen su estabilidad y bienestar. Sabemos que, para mejorar la calidad de vida, es necesario fortalecer todo el entorno. ¿Te gustaría saber de primera mano el impacto de todo nuestro esfuerzo y dedicación? Te dejamos, a continuación, el testimonio de dos personas que han crecido a nivel formativo, laboral y personal de la mano de este proyecto apasionante: “Mi experiencia en la Fundación Marcelino Champagnat ha sido plenamente enriquecedora en todo. Realicé mis prácticas Grado en Jaén y de Máster en Granada. Me brindaron la oportunidad de tener mi primer trabajo remunerado y pude sentirme parte de esa familia Marista que antes no conocía. He trabajado en proyectos relativos al apoyo socioeducativo de menores y a la inserción sociolaboral de adultos. Desde el primer momento me cautivaron los principios y valores que compartían en el trabajo con las familias, y desde luego he conocido personas que considero referentes hoy en día en mi trabajo y en mi vida. He podido comprobar de propia mano que la atención que se brinda a las familias y usuarios que forman parte de los proyectos cala profundamente en ellos y en su desarrollo. Algo recíproco en el desarrollo laboral y personal de los/as profesionales con los que he compartido estas experiencias”. “Me llamo Víctor Martínez, soy laico marista de Granada y llevo participando en los proyectos de la Fundación Marcelino Champagnat como voluntario desde prácticamente sus inicios en esta ciudad. Quizás el que más me gusta por los objetivos y la metodología que sigue es la escuela de verano, un espacio en el que los chicos y chicas se benefician de experiencias de convivir, compartir y aprender de la manera más amena que se le ocurre al equipo y a los voluntarios y voluntarias. En esta línea destaco también el apoyo educativo, donde se trabaja con los menores desde su cotidianidad al más puro estilo marista, teniendo la presencia y el cariño a los jóvenes por bandera. Es muy emotivo ver cómo durante el curso se van generando unos lazos con ellos y ellas que luego ayudan al trabajo que se realiza también en verano, convirtiendo a las trabajadoras o voluntarios y voluntarias más continuos en auténticos referentes para los chicos y chicas, generando un marco de diversidad y comunión intercultural increíble. Mi experiencia como voluntario es por tanto una manera más de ahondar en el espíritu marista desde lo social, ya que la Fundación permite con su buen hacer esta labor de crecimiento y aprendizaje en realidades que no son tan comunes en mi día a día o en mi labor profesional. Y doy por hecho que esta no es una experiencia únicamente personal, pues somos varios los voluntarios y voluntarias que curso a curso nos “fidelizamos” a la misión social marista en Granada.” Por otro lado, el programa residencial y proyecto Raíces son también una fuente de oportunidades para jóvenes de entre 18 y 30 años con muchas dificultades para tener una vida estable, digna y emancipada en nuestra ciudad. A través de la acogida de dos jóvenes extutelados en nuestro Hogar de Emancipación Hermanos I, ayudamos al desarrollo completo de estos, ganando competencias para su vida cotidiana como, por ejemplo, la administración y el buen uso del dinero, aprender a convivir con más personas, la organización para las tareas domésticas, búsqueda de formación complementaria para encontrar empleo y, siempre poniendo el ojo de mira en la inserción sociolaboral… Además, este trabajo, junto a los talleres desarrollados por el Proyecto Raíces, donde se enseñan competencias socioemocionales, habilidades para la vida y la empleabilidad y prevención en materia de salud y bienestar a 14 jóvenes en situación de sinhogarismo, son la evidencia de nuestra inquietud por continuar ayudando a personas jóvenes en su pleno desarrollo e inclusión social. Nuestra labor como entidad es noble, pero no podría ser así si no contáramos con el trabajo experto de coordinación, técnicas de intervención, voluntarios/as y alumnas prácticas de la Universidad de Granada y personas que ven en nosotros una oportunidad de desarrollo de alto valor. Todos ellos forman parte de un engranaje que da como resultado la satisfacción de hacer realidad el proyecto Marista y el sueño de Marcelino Champagnat. ¡Un fuerte abrazo! FMCh
Ver más